Con un espíritu de gratitud y esperanza, el colegio dio inicio al ciclo escolar 2025 con una serie de eucaristías. Estas celebraciones especiales fueron diseñadas para reflejar los intereses, objetivos resaltando la importancia de sus símbolos específicos de cada grado, fortaleciendo así el sentido de comunidad y espiritualidad.
Las misas, organizadas en colaboración con el equipo de pastoral, se llevaron a cabo en distintos momentos de la primera semana de clases, permitiendo que los estudiantes participaran activamente. Estas celebraciones subrayan el compromiso del colegio por cultivar no solo el conocimiento académico, sino también los valores espirituales que definen la filosofía ignaciana del colegio.